Oración al Espíritu Santo
Espíritu Santo,
alma de mi alma,te adoro.
Ilumíname, guíame, fortaléceme,
consuélame; dime qué debo hacer,
dame tus órdenes;
te prometo someterme
a todo lo que desees de mí
y haceptar todo lo que
permitas que me suceda:
hazme tan sólo conocer tu voluntad.
alma de mi alma,te adoro.
Ilumíname, guíame, fortaléceme,
consuélame; dime qué debo hacer,
dame tus órdenes;
te prometo someterme
a todo lo que desees de mí
y haceptar todo lo que
permitas que me suceda:
hazme tan sólo conocer tu voluntad.
***
Oración a Cristo Rey
Cristo Jesús, te reconozco por Rey universal.
Todo cuanto existe ha sido creado por tí.
Ejerce sobre mí todos tus derechos.
Renuevo mis promesas del bautismo,
renunciando a Satanás, a sus pompas
y a sus obras, y prometo
vivir como católico militante.
Muy particularmente me comprometo
a hacer triunfar, según mis fuerzas,
los derechos de Dios y de tu Iglesia.
Corazón Divino de Jesús, te ofrezco
mis pobres acciones para lograr
que todos los corazones reconozcan
tu sagrada Realeza, y así se establezca
en el mundo entero el reino de tu paz.
Así sea.
***
Oración de San Alfonso María de Ligorio
al Santísimo Sacramento
Jesús mío, creo que Vos estáis
en el Santísimo Sacramento.
Os amo sobre todas las cosas
y os deseo en el alma.
Ya que ahora no puedo recibiros sacramentalmente, venid,
al menos espiritualmente,
a mi corazón...
Como si ya hubieses venido,
os abrazo y me uno todo a Vos,
no permitáis que yo me separe de Vos.
Amén.
en el Santísimo Sacramento.
Os amo sobre todas las cosas
y os deseo en el alma.
Ya que ahora no puedo recibiros sacramentalmente, venid,
al menos espiritualmente,
a mi corazón...
Como si ya hubieses venido,
os abrazo y me uno todo a Vos,
no permitáis que yo me separe de Vos.
Amén.
***
Alma de Cristo
Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado, lávame.
Pasión de Cristo, confortáme.
Oh buen Jesúas, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de tí.
Del maligno enemigo, defiéndeme.
En la hora de mi muerte, llamame.
Y mándame ir a tí,
para que con tus Santos te alabe.
Por los siglos de los siglos.
Amén.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado, lávame.
Pasión de Cristo, confortáme.
Oh buen Jesúas, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de tí.
Del maligno enemigo, defiéndeme.
En la hora de mi muerte, llamame.
Y mándame ir a tí,
para que con tus Santos te alabe.
Por los siglos de los siglos.
Amén.
***
Sólo Dios basta
Nada te turbe,
nada te espante;
todo se pasa,
Dios no se muda.
La paciencia
todo lo alcanza;
Quien a Dios tiene
nada le falta;
Sólo Dios basta.
nada te espante;
todo se pasa,
Dios no se muda.
La paciencia
todo lo alcanza;
Quien a Dios tiene
nada le falta;
Sólo Dios basta.
***
Práctica de desagravios
Postrado humildemente en tu divino
acatamiento, oh Divino Corazón de Jesús,
renovamos el ofrecimiento de nosotros
mismos, con el propósito de desagraviarte
de las ofensas, que de nosotros
y de los demás has recibido, con fervorosos
actos de amor y fidelidad.
Te prometemos pues que:
Cuanto más calumniados sean
tus misterios, más firmemente los creeremos,
¡oh Divino Corazón de Jesús!
Cuanto más porfíe el incrédulo
en quitarnos la esperanza
de la gloria eterna,
tanto más esperaremos en ti,
¡oh Corazón de Jesús,
única esperanza de los mortales!
Cuando más resistan los humanos
corazones a los impulsos de tu Gracia,
tanto más te amaremos,
¡oh Corazón infinitamente amable
de Jesús!
Cuanto más niegue el impío
y blasfeme de tu divinidad,
tanto más te adoraremos,
¡oh Divino Corazón de Jesús!
Cuanto tus santos mandamientos
sean más olvidados y quebrantados,
con tanta mayor fidelidad
los queremos guardar,
¡Santísimo Corazón de Jesús!
Cuanto tus Sacramentos
sean más despreciados y descuidados,
con tanto más amor y reverencia
queremos recibirlos,
¡oh generosísimo Corazón de Jesús!
Cuanto tus adorabilísimas virtudes
se vean más desconosidas,
con tanto mayor empeño proponemos
ejercitarnos en ellas,
¡oh Corazón de Jesús,
espejo de todas las virtudes!
Cuanto el infierno trabaje más por perder las almas que Tú a tanta costa rescataste,
tanto más ardiente será nuestro celo
por salvarlas,
¡oh Corazón de Jesús, Celador
de las almas!
Cuanto el sensualismo y la soberbia
más se empeñen en desarraigar
del mundo el espíritu de abnegación
y el cumplimiento fiel de nuestras obligaciones, tanto más nos daremos al espíritu
de sacrificio y de abnegación,
¡oh Corazón de Jesús, saciado
de oprobios!
Cuanto las puertas del infierno conbatan
la Iglesia con mayor tenacidad,
más fieles seremos a ella,
¡oh fidelísimo Corazón de Jesús!
Cuanto más se alce el mundo
contra las infalibles enseñanzas
del Romano Pontífice,
con tanta mayor fe le atenderemos,
y con más humilde sumisión
nos dejaremos llevar de él,
¡oh Corazón de Jesús, verdad eterna!
Cuanto, llevados del egoísmo,
más se dividan los hombres,
tanto más los amaremos en ti en todos,
como miembros de una misma familia,
¡oh amorosísimo Corazón de Jesús!
Oremos.
Sagrado Corazón de Jesús,
Corazón de nuestro Dios:
concédenos tu Gracia y esfuérzanos
con ella tan constante y firmemente,
que como fieles hijos de la Iglesia,
seamos tus apóstoles, acá en la Tierra
y después tu corona por toda la eternidad.
Amén.
acatamiento, oh Divino Corazón de Jesús,
renovamos el ofrecimiento de nosotros
mismos, con el propósito de desagraviarte
de las ofensas, que de nosotros
y de los demás has recibido, con fervorosos
actos de amor y fidelidad.
Te prometemos pues que:
Cuanto más calumniados sean
tus misterios, más firmemente los creeremos,
¡oh Divino Corazón de Jesús!
Cuanto más porfíe el incrédulo
en quitarnos la esperanza
de la gloria eterna,
tanto más esperaremos en ti,
¡oh Corazón de Jesús,
única esperanza de los mortales!
Cuando más resistan los humanos
corazones a los impulsos de tu Gracia,
tanto más te amaremos,
¡oh Corazón infinitamente amable
de Jesús!
Cuanto más niegue el impío
y blasfeme de tu divinidad,
tanto más te adoraremos,
¡oh Divino Corazón de Jesús!
Cuanto tus santos mandamientos
sean más olvidados y quebrantados,
con tanta mayor fidelidad
los queremos guardar,
¡Santísimo Corazón de Jesús!
Cuanto tus Sacramentos
sean más despreciados y descuidados,
con tanto más amor y reverencia
queremos recibirlos,
¡oh generosísimo Corazón de Jesús!
Cuanto tus adorabilísimas virtudes
se vean más desconosidas,
con tanto mayor empeño proponemos
ejercitarnos en ellas,
¡oh Corazón de Jesús,
espejo de todas las virtudes!
Cuanto el infierno trabaje más por perder las almas que Tú a tanta costa rescataste,
tanto más ardiente será nuestro celo
por salvarlas,
¡oh Corazón de Jesús, Celador
de las almas!
Cuanto el sensualismo y la soberbia
más se empeñen en desarraigar
del mundo el espíritu de abnegación
y el cumplimiento fiel de nuestras obligaciones, tanto más nos daremos al espíritu
de sacrificio y de abnegación,
¡oh Corazón de Jesús, saciado
de oprobios!
Cuanto las puertas del infierno conbatan
la Iglesia con mayor tenacidad,
más fieles seremos a ella,
¡oh fidelísimo Corazón de Jesús!
Cuanto más se alce el mundo
contra las infalibles enseñanzas
del Romano Pontífice,
con tanta mayor fe le atenderemos,
y con más humilde sumisión
nos dejaremos llevar de él,
¡oh Corazón de Jesús, verdad eterna!
Cuanto, llevados del egoísmo,
más se dividan los hombres,
tanto más los amaremos en ti en todos,
como miembros de una misma familia,
¡oh amorosísimo Corazón de Jesús!
Oremos.
Sagrado Corazón de Jesús,
Corazón de nuestro Dios:
concédenos tu Gracia y esfuérzanos
con ella tan constante y firmemente,
que como fieles hijos de la Iglesia,
seamos tus apóstoles, acá en la Tierra
y después tu corona por toda la eternidad.
Amén.
***
Oración de San Alfonso María de Ligorio
al Santísimo Sacramento
Jesús mío, creo que Vos estáis
en el Santísimo Sacramento.
Os amo sobre todas las cosas
y os deseo en el alma.
Ya que ahora no puedo recibiros sacramentalmente, venid,
al menos espiritualmente,
a mi corazón...
Como si ya hubieses venido,
os abrazo y me uno todo a Vos,
no permitáis que yo me separe de Vos.
Amén.
en el Santísimo Sacramento.
Os amo sobre todas las cosas
y os deseo en el alma.
Ya que ahora no puedo recibiros sacramentalmente, venid,
al menos espiritualmente,
a mi corazón...
Como si ya hubieses venido,
os abrazo y me uno todo a Vos,
no permitáis que yo me separe de Vos.
Amén.
***
La Salve
Dios te salve, Reina y Madre
de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra;
Dios te salve. A tí llamamos
los desterrados
hijos de Eva; a ti suspiramos gimiendo
y llorando en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, abogada nuestra,
de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra;
Dios te salve. A tí llamamos
los desterrados
hijos de Eva; a ti suspiramos gimiendo
y llorando en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos;
y después de este
destierro muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clementísima, ¡oh piadosa,
oh dulce Virgen María!
Ruega por nosotros,
Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar
las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
destierro muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clementísima, ¡oh piadosa,
oh dulce Virgen María!
Ruega por nosotros,
Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar
las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Amén.
***
Oración de San Bernardo
a la Virgen en caso de necesidad
Acordáos, oh piadosísima Virgen María,
que jamás se oyó decir de ninguno
de cuantos han acudido a vuestra
protección implorando vuestra asistencia
y reclamando vuestro socorro
haya sido abandonado de Vos.
Animados con esta confianza,
a Vos también también acudimos,
oh Virgen, Madre de las vírgenes,
y gimiendo baja el peso
de nuestros pecados nos atrevemos
a comparecer ante vuestra
presencia soberana.
Oh Madre de Dios, no despresiéis
nuestras súplicas, antes bien escuchadlas
y acogedlas benignamente.
Amén.
que jamás se oyó decir de ninguno
de cuantos han acudido a vuestra
protección implorando vuestra asistencia
y reclamando vuestro socorro
haya sido abandonado de Vos.
Animados con esta confianza,
a Vos también también acudimos,
oh Virgen, Madre de las vírgenes,
y gimiendo baja el peso
de nuestros pecados nos atrevemos
a comparecer ante vuestra
presencia soberana.
Oh Madre de Dios, no despresiéis
nuestras súplicas, antes bien escuchadlas
y acogedlas benignamente.
Amén.
***
Consagración a la Santísima Virgen
Oh Señora mía,
Oh Madre mía,
yo me ofrezco del todo a vos,
y en prueba de mi filial afacto,
os consagro en este día,
mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón,
en una palabra, todo mi ser.
Ya que soy del todo vuestro,
oh Madre de bondad,
guardadme y defendedme
como cosa y posesión vuestra.
Amén.
Oh Madre mía,
yo me ofrezco del todo a vos,
y en prueba de mi filial afacto,
os consagro en este día,
mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón,
en una palabra, todo mi ser.
Ya que soy del todo vuestro,
oh Madre de bondad,
guardadme y defendedme
como cosa y posesión vuestra.
Amén.
***
Oración al Ángel de la Guarda
Álgel de Dios,
que eres mi custodio,
ya que la soberana piedad
me ha encomendado a ti,
ilumíname, guárdame,
rígeme y gobiername
en este día.
Amén
que eres mi custodio,
ya que la soberana piedad
me ha encomendado a ti,
ilumíname, guárdame,
rígeme y gobiername
en este día.
Amén
***
Oraciones a
Santiago Apóstol
Dios Todopoderoso y Eterno
que consagraste los primeros trabajos
de los apóstoles con la sangre
de Santiago, haz que, por su martirio,
sea fortalecida tu Iglesia, y por su patrocinio,
que consagraste los primeros trabajos
de los apóstoles con la sangre
de Santiago, haz que, por su martirio,
sea fortalecida tu Iglesia, y por su patrocinio,
nos mantengamos fieles a Cristo hasta el final de los tiempos.
Por Nuestro Señor Jesucristo,
que contigo vive y reina
por los siglos
de los siglos.
Amén.
Por Nuestro Señor Jesucristo,
que contigo vive y reina
por los siglos
de los siglos.
Amén.
***
Apóstol Santiago, Pariente de Cristo
según la carne y mucho más
en el espíritu, Patrón de España,
que muchas veces defendiste,
espada en mano, de los enemigos
de la Fé, y la honrras con tus preciosas relíquias,
Martir invicto del Señor, y el primero
de todos los apóstoles en confirmar
con tu sangre la doctrina del Evangelio;
otorganos del Dios de los ejércitos,
por tu intercesión la victoria
sobre nuestros enemigos visibles e invisibles
y el exito de la religión verdadera
contra el error y la mentira,
para que siendo todos los redimidos
un solo pastor y un solo rebaño,
confesemos y adoremos al Dios Trino
y Uno, a quien sea la Gloria
por los siglos de los siglos.
de todos los apóstoles en confirmar
con tu sangre la doctrina del Evangelio;
otorganos del Dios de los ejércitos,
por tu intercesión la victoria
sobre nuestros enemigos visibles e invisibles
y el exito de la religión verdadera
contra el error y la mentira,
para que siendo todos los redimidos
un solo pastor y un solo rebaño,
confesemos y adoremos al Dios Trino
y Uno, a quien sea la Gloria
por los siglos de los siglos.
***
Oración a
San Miguel Arcángel
San Miguel Arcángel,
defiéndenos en la batalla,
se nuestro amparo contra la perversidad
y asechanza del demonio.
¡Reprímale Dios!,
pedimos suplicantes,
y Tú Priíncipe de la Milicia Celestial,
arroja al infierno con el divino poder,
a Satanás
y a los demás espíritus malignos,
que andan dispersos por el mundo,
para la perdición de las almas.
Amén.
defiéndenos en la batalla,
se nuestro amparo contra la perversidad
y asechanza del demonio.
¡Reprímale Dios!,
pedimos suplicantes,
y Tú Priíncipe de la Milicia Celestial,
arroja al infierno con el divino poder,
a Satanás
y a los demás espíritus malignos,
que andan dispersos por el mundo,
para la perdición de las almas.
Amén.
***
